viernes, 23 de diciembre de 2011

cuando todo llega a su límite, cuando las cosas han terminado.

Navidad, dulce navidad. Villancicos, adornos, regalos, sonrisas, ganas, comidas, unión, familia. Todos deceaban estas fiestas, excepto una persona. Alguién la cual no esta acostumbrada a nada de esto. No esta acostumbrada, a mirar a la amaca, y ver como ya no hay nadie en ella meciendose. Ver como ya no probaré jamás, esa tortilla, que solo ella sabia hacer. No acostumbrada a tener esas pequeñas costumbres que solía tener. Esa manía de tenerlo todo perfecto. Ella, que solo se preocupaba por los demás. Esa que raramente tenia energia para todo. Esa que aunque todo fuera mal, que aunque todos estubieran abajo, ella seguía arriba, apollando a todos. Esa que ni siquiera cuando no podia con lo suyo, seguía ayudando a todos. Pero que mas dá, lo que hiciera o dejara de hacer, si ya no la puedo tener. Si ya no hay nadie sentado allí, para poder aprender. Aprender a que nadie era como ella. Que ha pasado mucho tiempo, pero no el suficiente, para acostumbrarme. O como bien se dice, no podré jamás.

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