No me gustas. No me encantas. No pienso en ti con cada cosa. No me enamoras. No me creas.

Que te quiero así. Sin miedos, sin nada que perder, sin importarme lo que piensen. Que me da exactamente igual, si bien o mal, pero te quiero tener aquí, ahora, ya. Que si lucho por ti puedo perder, pero si no lo hago estoy perdida. Que es diferente a otros tantos pensamientos que he sentido, que no puedo vivir a 2 milímetros de donde tú estás. Perdida en tus palabras, y tal vez en tus falsas promesas; perdida en un te quiero, perdida en un sueño contigo. Oculta, pero latente.