viernes, 6 de abril de 2012

que no me queje no significa que no me duela

Soy constructora, y a veces destructora. Acabo destruyendo todo lo que construí. Soy una chica de pocas palabras. No me entiende cualquier persona, aveces ni yo misma me entiendo. Me encanta picar, pero no que me piquen. Me cuesta enamorarme, pero una vez enamorada cágate para que te pueda olvidar. Si quiero algo, será mio. ¿Quieres hacerme daño? miénteme. Rencorosa, soy de arriba a abajo. Amiga de mis amigas. Eso de luchar por cosas, no, jamás, debería de ser muy grande para que eso ocurriera. Podrás verme un día feliz y otro llorando, pero jamás en un punto medio. Ando rápido, no me espero. Algo que me mata, repetir las cosas dos veces. Soy verdaderamente rara con las voces de las personas, alguien puede caerme bien o mal solo por el tono de su voz, hay voces que me agobian, que me irritan, que me enamoran. Me ahogo en una gota de agua. Puedo alegrar a cualquier persona. No soy mala, soy lo peor. No me hace falta perder para valorar. Un día digo sí, otro digo no. Ahora quiero esto, ahora no. Me arto de las cosas cuando las tengo. Suelo no criticar cuando estoy enfadada ni prometer cuando estoy feliz. Haré lo que sea para tenerte. Puede que te diga que te siga al fin del mundo, y tal vez solo te siga en twitter. La verdad me va a doler en el momento, la mentira, siempre que la recuerde. Perdono demasiado rápido, pero jamás olvido. Pediré que sea fuerte a la persona que destruya. No es que deje de quererte, es que dejaré de demostrarlo. Me gusta que me dejen sin palabras. Tengo la costumbre de creer que todavía es mio aquello que perdí. Cambiaría muchas cosas de mi pasado, pero si lo hiciera cambiara aún más. No tengo paciencia, asin que no te quedes ahí pensando que te esperaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario