No, no puedo. ¿acaso tu puedes? Nunca se me dio bien fingir. Tal vez las cosas pequeñas supe ocultarlas, pero no cosas tan grandes. No algo como esto, esto no. Y el tiempo ahora va contra mi. Ya no sé si olvidar o dejar que siga doliendo. Y ya no puedo esperar a que las cosas se arreglen solas, sé que eso jamás sucederá. Y no puedo culpar a nadie, me duele no poder. Y lo siento si fui mala contigo, lo aprendí de ti, pero jamás pierdas tu sonrisa, un día me enamoré de ella. Después de todo, nunca podrías haber dado mucho más, una vez me dijiste ‘’veras que nada es lo que parece’’ tenías razón. Y ya estoy perdida, pero ¿y qué? ¿qué queda de eso ahora? El mundo no paró de girar pero nos hemos quedado solos, perdidos en él. Mientras me decías te quiero, creo que no lo pensaste bien, tus promesas rotas sólo me recuerda que te quise, y cometí un error al creerte absolutamente todo. Las cosas había que pensarlas, y está claro, que yo no las pensé, y fue ahí cuando mis sueños se escaparon como la arena en mis dedos. Pero ¿sabes? Casi nada es como uno desearía que fuera. Y siempre tengo el vicio de empezar las cosas por su final, cuando ni siquiera han comenzado. Duele, pero nadie dijo que fuera fácil. Y ya tengo que superar que la vida tiene otros planes para ti. Pero tan solo te pido algo, no vuelvas, espero no estar por aquí. Esto es amargo, nunca sabrá a miel. Y aunque ha veces me encantaría decirte ‘’anda y cállate de una vez y bésame ya’’, me doy cuenta de que hay que dejar en el pasado momentos de la vida que ya se han acabado. Sé que las personas no se olvidan de un día para otro, y aunque me haga la dura, yo no soy la excepción a esa regla. La vida te da, pero también te quita, asin que acércate que alomejor te das cuenta que esto no es para siempre.
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