Cuando sientes que estás en las nubes, que todo lo has alcanzado, que no queda ninguna batalla por perder, porque todas están ganadas. Cuando sientes que no existe el perder, que no te queda nada por hacer, que todo lo has conseguido. Y sin esperarlo.. Lo pierdes todo, con tan solo un suspiro. Pierdes la esperanza, pierdes las ganas y pierdes la sonrisa. Porque sabes que esa batalla era la última, la más importante y hoy, la has perdido. ‘’se acabó’’ piensas cada noche de madrugada mirando al cielo oscuro, oscuro como una habitación sin luz, oscuro…, como la mirada que muestras al mundo. ‘’No hay de qué preocuparse’’, repites para calmar tus atormentados pensamientos, que no te dejan dormir, y día tras día, se acumulan las pesadillas. Te preguntas por qué, pero realmente lo sabes, solo que no lo quieres admitir. No quieres admitir que te falta la pieza más importante de tu puzzle, aquella pieza única en el mundo, aquella pieza que tantos buenos momentos te ha traido, aquella pieza capaz de salvarte de todos los males, aquella pieza…, que no es una pieza, es un puzzle entero. Tu puzzle. Tu vida. Pero, no puedes hacer nada para evitarlo… El roce hace el cariño, la distancia hace el olvido, el tiempo… el tiempo todo lo cura, pero solo tú puedes cicatrizar cada herida y borrar cada huella.
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