domingo, 25 de diciembre de 2011

2011115

Quizá me equivoque cuando diga que aquello fue el comienzo de una historia que jamás tuvo su final, porque si es cierto, que lo hubo, pero no de la manera que cabe esperar. Su amor seguia intacto, llenando cada uno de los recuerdos en los que se resguardaba tras su marcha. Ella bien sabia que su vida pdria haber seguido adelante, sin pensar un segundo más en ella. Pero no podia. No podia evitar sentir que con cada segundo que estaba alli, se alejaba más y más de su recuerdo. Cuando la enfermedad se comió las fuerzas que le quedaban, ella solo pudo sonreír y suplicar que siguiera adelante, que siempre sería mi motor fuera a donde fuese. No sé si es que cumplió ya su destino, si alcanzó perfección o si acabado este amor a su límite ha llegado sin dar un paso más en su camino.

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